domingo, diciembre 24, 2006

Feliz Navidad...

Siendo esta la segunda Navidad que Universos Paralelos pasa en el ciberespacio, continuamos la tradición de invitar a un bloguero a escribir aquí por Navidad. Esta vez es el turno de Don Mendo. Compañero de clase, de rodaje, de fatigas y de ciberespacio. Aquí tenéis su textito, disfrutadlo:

"En 1874, un grupo de amigos expuso sus cuadros y cambió la historia. Había nacido el impresionismo.

Se les criticó mucho; sobre todo, porque hablaban de temas “sin importancia”. El arte había sido siempre el refugio para mostrar la belleza, para contar historias mitológicas, religiosas, de gran enjundia. Y esos muchachos preferían mirar a las mujeres tomando el sol junto a los ríos, las carreras de caballos, las fiestas de los muchachos.

Su auténtica revolución, más allá de la utilización del color o la pincelada, fue que nos educaron la mirada, que mostraron al mundo que esos pequeños momentos eran quizás más importantes que la lucha de dos dioses inexistentes.

Me acordé de todo eso cuando, después de ver en el cine “Million Dollar Baby”, oí a una chica que le decía a su amiga: no deberían hacer películas tan tristes, para eso ya está la vida.

Luego leí en una entrevista a Rafael Azcona que, de niño, odiaba el cine. Decía que, después de ver en la película cómo los chavales de su edad ligaban con rubias angelicales, compraban helados gigantes y leían revistas de colorines, salía al mundo real, con sus pipas manidas y sus tebeos de mártires, y se deprimía. ¿Y para qué pagar por sentirse como un desgraciado a la salida?

Sesenta años después sigue existiendo ese tipo de arte falsamente bonito, que no cumple ni siquiera su objetivo de “evasión”, porque lo único que hace es subrayar, por antítesis, las miserias cotidianas: la serie más triste del mundo era “Médico de familia” porque, al ver un hogar tan feliz, sabías perfectamente que el tuyo nunca sería así.

Por suerte, en los últimos años hay obras desagradables, molestas, que saben poner el dedo en la llaga. La amoralidad de “Nip/Tuck”, el cinismo de Todd Solondz, son necesarios en una sociedad encarcelada por lo políticamente correcto y por la belleza superficial, vacía. Se atreven a incomodar a los espectadores, a removerlos por dentro, a ponerles delante de los ojos todas esas miserias que estamos acostumbrados a ignorar. ¿Es una nueva revolución? ¿Realmente hay un público que desea ver lo peor de la vida reflejado en una pantalla? Al menos yo sí quiero: me ponen más triste los retratos falsos y horteras de color pastel que aún se empeñan en colarnos.

Bob Dylan dijo que no entiende cómo la gente podía disfrutar con sus canciones más tristes, cómo podía disfrutar tanto dolor. Han pasado treinta años desde aquella declaración; habría que preguntarle si ya lo entiende porque, probablemente, se adelantó a su época."

Muy felices fiestas!

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3 Comments:

Blogger Spidermanu said...

¡Feliz navidad, maestro! Y un abrazo.

10:36 p. m.  
Blogger Don Mendo said...

Cómo juntar a Monet, Milikito y Troy en un chorrapost. Perdones y felicitaciones varias a los lectores :)

12:16 a. m.  
Blogger Teniente Colombo said...

Hey, me he preguntado varias veces que sería de esa tradición que iniciaste el año pasado con un servidor. Por lo que veo se trata de una tradición navideña.

Estoy poco escritor de blog, pero estoy todavía menos lector de blogs. A ver si le hecho unos buenos vistazos a los vuestros.

9:58 p. m.  

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