Lectura de verano: La Cena Secreta...

Me adentré con recelo en la lectura de este bestseller. Ya andaba algo asqueado de Dan Brown, y la sombra de El Código Da Vinci es alargada... pero me he alegrado profundamente de equivocarme.

Al principio, algo confuso, no sabía a qué me enfrentaba. Un relato en primera persona se me antojaba poco creíble que tuviera esa minuciosidad al describir, ese pulso al narrar, esa paciencia para desentramar la historia, pero poco a poco me fui haciendo a la lectura y pasé a ver el texto desde lo divulgativo hacia lo epistolar. Lo que creía que en un principio era un tratado sobre la vida contemporánea a Leonardo Da Vinci, en pocas páginas se tornó en sigilosa confesión de uno de los (miles) de secretos que Da Vinci ocultó en su obra.

Siempre me ha gustado la (re)interpretación de obras que conoce todo el mundo, dar una vuelta de tuerca a lo que todos podemos ver cuando contemplamos una obra como La Última Cena de Da Vinci, y con esta novela he disfrutado de lo lindo. No había página que no revelara algún pequeño detalle, alguna pincelada, algún por qué del mural que Da Vinci pintó por encargo de Ludovico el Moro.

Si bien en algunos pasajes peca de denso, el libro muestra sin ninguna pretensión la vida que se hacía entonces en los pueblos, y especialmente en los conventos, con sus costumbres, sus intrigas y sus secretos. Y una vez superado el Ecuador de la novela se convierte en un relato entretenido y bastante revelador. Lo mejor de la obra, sin duda, que, a diferencia de los varios danbrowns que he leido, éste libro toma en serio al lector, y no machaca situaciones, detalles, datos y personajes dejando campo libre a la imaginación y al pensamiento.

Sin duda, un libro recomendable (mucho más, si has leído El Código Da Vinci, pero, a estas alturas ¿quién no lo ha leído?), además, en su edición de bolsillo, a un precio muy asequible. Yo ya voy a por otro más: El Secreto Egipcio de Napoleón, también de Javier Sierra. A ver que nos cuenta.

Un saludo!

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