viernes, julio 14, 2006

El regreso...

A falta de saraos varaniegos que comentar (los varios en los que he estado no son nada remarcables) y conciertos a los que asistir, así como eventos culturales y erotico-festivos varios, vengo a traeros una de los pocas cosas interesantes que he hecho estos días: disfrutar de Superman Returns en IMAX 3D.
Dejando (por ahora) de lado la peli, cabe destacar la inusitada nitidez e imagen que proporciona el formato IMAX, el alucinante sonido y lo divertido que es el 'ahora me pongo las gafas polarizadas, ahora me las quito'. ¿Merece la pena? Por la patilla, como he ido yo, sin duda merece la pena, pero pagar mil y pico pesetas por eso, la verdad es para pensárselo mucho. Total, pa' cuatro escenas en 3D que hay... ¡pero qué cuatro!.

Al tema. La película en sí es un churrete gordo, la historia es de lo más simplona, plana, estúpida, reiterativa y poco coherente que se ha visto en pelis de superhéroes (que ya de por sí suelen tener alguno de estos aspectos), hace hincapié en datos que se sobreentienden más que de sobra y luego se deja en el tintero, o da por sabido otros que no son tan evidentes. El elenco es correcto... y punto. Ni Routh es Reeve, ni Spacey es Hackman, eso para empezar, pero para seguir, parece que el protagonista tuviera siempre en mente 'quedar bien' con el público haciendo una interpretación intentando parecerse a Christopher Reeve. Spacey es magnífico, y el papel le viene que ni pintado, pero creo que está algo desaprovechado, tiene solo un par de escenitas en las que realmente me ha convencido al 100%.

En el apartado técnico cabe destacar por encima de todas las cosas habidas y por haber la gloriosa y magnífica dirección de Bryan Singer que dota a la peli de un ritmo perfecto, unas escenas de acción (pocas) fantásticas y unas imágenes maravillosas (quizá con un exceso de planos cenitales... que a mí me encantan), sin duda lo mejor de la película. La fotografía es muy buena, con unas imágenes realmente impactantes y más en IMAX... y más en 3D! y Ottman sale bastante airoso de la dura prueba de comparación con el maestro Williams, creando una partitura muy buena para el metraje.

En definitiva, una película que técnicamente es una virguería, que no decae en ningún momento, pero con uno de los grandes pilares gravemente dañado, el del guión, tedioso, reiterativo y simple hasta la extenuación. Eso sí, entretenida es un rato largo.

Un abrazo!