domingo, octubre 08, 2006

Cuentos de la Alhambra - Volumen 2

Segundo capítulo de mi relato de las odiseas granadinas. Ésta vez la visita tenía su lógica: un cumpleaños, y como no podía ser menos, pues a salir tocan.

En este capítulo pasamos de forma olímpica las referencias a la cultura como tal, para centrarnos directamente en lo que se viene a denominar la Cultura de la Noche, o la Cultura de Club. El primer dia (supuestamente de pre-cumpleaños) queríamos reservarnos algo para el día siguiente... pero se quedó en burdas palabras, pues tras unas cuentas rondas de chupitos y un 'pirata', acabamos a las 5 de la mañana dando vueltas por Pedro Antonio buscando algún bareto abierto (que no encontramos, por cierto).

Lo gordo vino al día siguiente. Barril en el Pub Camel (en Pedro Antonio también) con cerveza y sangría gratis, copas a bajo precio y algunos temazos clásicos sonando como 'Sámbame' o 'Muchachita' de los desaparecidos UPA Dance hicieron el resto, la marcha se apropió de nosotros y después de eso, cual Scissor Sister baratuna me dije: 'I Don't Feel Like Dancing', así que nos fuimos directos, raudos y veloces a **ARRODÍLLENSE, POR FAVOR** Mae West **TODOS DE PIE**. Donde fue ya el acabose, cuando las 4 de la madrugada pitaban en mi reloj de pulsera me adentré en el averno de la noche granaína con un orgasmo musical por todo lo alto, toda la parafernalia audiovisual de la discoteca, lo que incluye pantallón con proyector, 7 u 8 plasmas, focos, luces, flashes y polladitas varias se pusieron a merced de un vídeo glorioso, el The Final Countdown de Europe, ya empezábamos bien.

La noche proseguía y una vez establecidos en la planta de arriba con vistas a toda la masa danzante yo me aventuré a meter las narices en las varias salas del complejo. Y una vez más, me reafirmo en decir que es la mejor discoteca en la que he estado. Pocas veces (por no decir ninguna) he estado en una discoteca multisala y he tenido ganas de estar en las tres salas... A LA VEZ! Mientras en la sala central ponían el Sorry de Madonna acompañado de florituras audiovisuales, en El Bribón de la Habana sonaba Pereza y en Molly Malone un refrito/remix de canciones pop españolas que van desde Ana Belén y Victor Manuel hasta Alaska y Dinarama pasando por Miguel Ríos, Seguridad Social, Hombres G y demás... un verdadero alucine.

Después de este segundo orgasmo de musicalidad decidimos cambiar de cuartel general y movernos a terminar lo noche en Molly Malone y sus canciones más 'clásicas' que no defraudaron, desde Bon Jovi y Depeche Mode, hasta Grease o Tami Terrell & Marvin Gaye, Buggles, Beach Boys... una auténtica gozada. Definitivamente, Mae West is the place to be.

Al día siguiente (sábado ya), y después de acabar a las 7 y media de la mañana, no teníamos fuerzas ni para abrir los ojos, así que decidimos pasarnos una tranquila tarde en casa viendo la tele que se alargó hasta la noche, donde nos pusimos a beber chupitos y a desvariar sobre la historia detrás de los Vodkas Eristoff y Smirnoff, contada a través de sus inventores, Arnold Eristoff y Eric Smirnoff, amigos de la infancia. Acabamos viendo Hentai en laSexta, ¿qué coño pasa con estas televisiones modernas? Eso es REPUGNANTE!.

El broche de oro, sin quererlo, lo ha puesto esta tarde de domingo la Fuente del Lobo y su club House Café, que con sus vistas, su gente, su música y sus instalaciones me han ganado como cliente (si hay como llegar, porque está en la Carretera de la Sierra). Tanto, tanto... al final me he perdido House Unplugged, a ver si lo encuentro por ahí o alguien me lo cuenta, porque me apetecía verlo después de haberme visto 1 temporada y media (y subiendo).

Bueno, me despido, que ando algo cansadete.

P.D. Una cosa más, y los que estuvieron me entenderán, Maiko (o Maico, o Maiqo o como cojones se escriba), si lees esto, ponte en contacto conmigo, que nos dejaste con la palabra en la boca, gracias.

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