lunes, mayo 01, 2006

I wanna be a producer...

Ya hace algo más de un mes que la adaptación cinematográfica de este musical se estrenó sin demasiado éxito en nuestras salas, y ha sido hoy, tras volver a revisar los números musicales cuando me he decido a escribir algo sobre el último musical que he visto en cine.

La historia de este musical comienza allá por el año 68, cuando Mel Brooks estrenó los auténticos Productores. Años después, se le propuso a su director que escribiera una cuantas canciones más y convirtiera su pelicula en una comedia musical de Broadway... y a partír de ahí los 11 premios Tony, la adaptación al cine, y la representación en múltiples países (entre los que estará España a partir del 13 de Septiembre) llegaron solos.

La historia es bien simple: Max Bialystock, un productor arruinado que se dedica a recaudar dinero a cambio de favores sexuales a señoras de avanzada edad ve la luz al final del camino cuando se presenta en su despacho Leo Bloom, un contable dispuesto a maquillar un poco sus cuentas y que le pone al corriente de un método eficaz para obtener pingües beneficios: montar una obra con presupuesto hinchado y que no pase del día del estreno, para quedarse con el resto del dinero.

Con esta premisa comienza una de las películas (y por ende, uno de los musicales) con las que más me he reído en los últimos meses, una verdadera comedia disparatada (no olvidemos que Mel Brooks está detrás de ella) a la que su origen teatral y la dirección de Susan Stroman, la directora del musical en Broadway, la hace falta de agilidad y quizá algo de ritmo en pantalla, pero eso se arreglará pronto, y espero que bien, cuando se estrene en el Teatro Coliseum de Madrid la adaptación española de la obra, con Santiago Segura y José Mota al frente. Crucemos los dedos.

La película, a pesar de sus fallos, totalmente recomendable, y el musical, según mi amigo el Teniente Colombo, digno de pagarse un viaje a Londres para verlo... habrá que pensárselo.

Un saludito!

7 Comments:

Blogger Teniente Colombo said...

La película es un mojón. Así de tajante.

El musical es un pasón. Sin discusión.

Y respecto al musical, ¿por qué en todos los medios dicen que las entradas están siempre agotadas, que hay que pagar 100 dólares por una entrada, que hay lista de espera de meses y meses, si yo lo he visto dos veces (Nueva York y Londres) sin ningún problema y bastante barato? En el gallinero, eso sí, pero se veía de lujo.

4:38 p. m.  
Blogger Spidermanu said...

Tras volver de Londres, tuve la sensación de que algo me había quedado pendiente: asistir a un musical.

No me dio tiempo aquella vez, pero espero volver pronto y acudir a alguno. Anoto Los Productores y lo pongo en la lista :-)

11:34 a. m.  
Blogger Teniente Colombo said...

Por 12 libras lo vi yo.

Aunque también está la oportunidad de ver a David Hasselhof protagonizando Chicago...

12:56 p. m.  
Blogger oyejuan said...

Ver a Hasselhof en Chicago debe ser toda una experiencia... voy a tener que ampliar una noche mi visita a Londres para poder ir!

1:01 p. m.  
Blogger Spidermanu said...

Jajaja, ¿me lo estais diciendo en serio? ¿¿El mismísimo David Hasselhof?? JAJAJA.
Para morirse. ¡Es el más grande!

Kenobeo, ¡¡no te lo pierdas por nada del mundo!! ;-)

1:54 p. m.  
Blogger Teniente Colombo said...

http://www.davidhasselhoffonline.com/chicago.html

12:58 a. m.  
Blogger oyejuan said...

Mein Gott!! (que dirían los alemanes)

Hay un davidhasselhofonline.com??

Y yo con estos pelos!

6:20 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home