lunes, enero 29, 2007

María Antonieta era punkarra...

Cuando hace 2 veranos estuve en París me comentaron por teléfono (y en un inusitado y perfecto castellano) que el Palacio de Versalles permanecía cerrado ese verano por el rodaje de una película, que había un par de salitas con cuadros abiertas. No me merecía la pena el viaje. Maldije mi amada y futura profesión y me resigné a dar vueltas Campos Elíseos arriba y abajo la tarde que había pensado destinar a visitar el palacio, me tumbe un poquito en los Campos de Marte y me di una vueltecita en metro hasta llegar al Moulin Rouge y al barrio de Montmartre.

La tarde fue muy muy fructífera, disfruté mucho paseando por la ciudad, y cuando caía la tarde dije: ¡Coño, que la Sofi está en Versalles liada con su María Antonieta, fijo!. Y así fue.

Ya daba por perdido ver esta película en el cine, pero unos amigos me han llamado y me han sugerido ir a verla. Durante un momento dudé, si os soy sincero tenía miedo de lo que iba a encontrarme, pero si llego a quedarme en casa, no me lo hubiera perdonado nunca.

Sofia Coppola ha creado una película de una valentía, transgresión y fuerza visual con el componente justo de cada cosa para que no resalte ninguna de las tres por encima de la otra. Una maravilla visual y musical que culmina en esos colosales diez minutos finales que resumen perfectamente la película.

De sobra es sabido, y tras dos grandes películas como Las Vírgenes Suicidas y Lost In Translation, que el talento de la Coppolita es grande para unos, y nimio para otros, pero sin duda, con solo 2 o 3 escenas de esta película hay momentos que sobrepasa su ya de por sí alto listón. La fotografía excelente, la dirección artística de quitarse el sombrero, y el maquillaje, vestuario y peluqueria de los que marcan estilo.

En definitiva, una película más disfrutable de lo que cabe esperar, y con una fuerza visual y musical arrolladora. Si podéis, por favor, no os la perdáis.

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2 Comments:

Blogger Rafa Delgado said...

Amén.

8:49 a. m.  
Blogger Teniente Colombo said...

El periodista de la Imágenes es un capullo, pero cinematográficamente el tío a veces da en el clavo (respecto a mis gustos y opiniones). Al igual que él opino que esta película es "un viaje a ninguna parte".

¿Por qué hay canciones modernas mezcladas con música clásica? O lo uno o lo otro. ¿Por qué los personajes dicen algunas palabras en francés, si toda la peli es en Francia? O todo en francés o nada, no como en las novelas malas.

Eso sí, la interpretación de la Dunst está bastante bien, la evolución del personaje muy bien marcada.

10:09 p. m.  

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